lunes, 29 de mayo de 2017

Democracia Neuronal

Todas y cada una de las neuronas de entre todas las cientos de miles de millones con que cuenta el cerebro humano tiene el derecho de permitir o no e incluso mas, de regular, por decirlo de alguna manera, la información o lo que sea que el resto de las neuronas con axones inmediatos a ella le envían ya que la naturaleza en vez de establecer un contacto directo las proveyó del maravilloso proceso de la sinapsis.O en otras palabras, ninguna neurona puede “imponerle obligatoriamente” a ninguna otra nada de nada.

¿Y no es ese el principio de una democracia perfecta?

No que pocos se adjudiquen el derecho de decidir en qué consiste la democracia, tanto sean los antiguos griegos como los modernos partidos políticos sea cual sea su “color”. Y ni que decir de las religiones e ideologías que tanto han sido utilizadas por los hombres para a su nombre cometer las mayores atrocidades de la historia.

Ya el sabio Ramón y Cajal, en los inicios del siglo XX, demostró que las neuronas eran la base importante del funcionamiento cerebral, no tanto así las conexiones entre ellas, que aunque muy importantes es el trabajo neuronal el realmente el creador desde la base de casi todo a nivel cerebral.

La proliferación de conexiones que nos brinda actualmente y que en el futuro nos brindará mas todavía el entrelazado de la red de redes conocida como internet, nos permitirá que todas y cada una de las personas de nuestro planeta, e incluso los actuales equipos y que posiblemente devengarán en los futuros robots, estén interconectados entre sí, aunque solo sea un pálido reflejo de la complejidad de las interconexiones de un solo cerebro.

¿Estaremos preparados para hacer Sinapsis?. ¿Nos lo permitirán?. ¿La censura, cualquier tipo de censura, no estará quitando “democracia” y por ende no llegar entre todos a desarrollar una nueva cualidad global?

De hecho, revisando la literatura científica del tema, matemática y biofísica, no encuentro modelos ni de redes neurales donde se exprese en su pleno poder la sinapsis como mecanismo de regulación para la aceptación de entradas a cada proceso o “neurona” artificial. Ni que decir que las redes neurales “artificiales” no reflejan el amplio y complejo proceso de las neuronas en sí, donde cada una es un individuo con plenos derechos y posibilidades, aunque tengan funciones específicas como las neuronas gigantes piramidales.

Veo tanta distancia entre el mundo biológico de un cerebro y la actual y proyectada internet como entre la mecánica cuántica y el mundo directamente observable por nosotros los humanos utilizando nuestros limitados sentidos.

Es decir, ¿cómo se da el “salto” de lo infinitamente pequeño a lo “grande”?. ¿Cómo se da el salto de lo “digital” a lo cualitativamente “analógico”?. ¿Será posible?. Pues claro que sí, somos nosotros los que estamos trabados en nuestras formulaciones “precisas” y “matemáticamente correctas”, pero

Dios o la Naturaleza ya lo han hecho …

Se requiere de una totalmente nueva matemática democráticamente neuronal.

Octavio.

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